Lo que se gana cuando no se gana

Hoy fue un día distinto, participé en el 2° concurso Entre el Pincel y la Música, un espacio que convoca a artistas emergentes en distintos estilos y técnicas. Fue mi primera vez concursando y no era ya la estudiante escolar que alguna vez pintó por primera vez en un diaporama de Matta, sino la artista, la pintora que busca su propia voz, con mi estilo propio - Napiart - latiendo en cada trazo.

Me inscribí porque vi en él una gran oportunidad, participar de las exposiciones vinculadas al concurso que dan mayor visibilidad a mi obra, abren la posibilidad de que otros ojos encuentren mis colores y desde ahí darme a conocer, aparecer, emerger, en un mundo todavía nuevo para mí. Al mismo tiempo, aprender del proceso mismo de estar ahí.

Pasaron los días desde la inscripción hasta hoy, cuando se anunciaron los nombres de los artistas ganadores. El mío no estaba dentro de ellos.

Sí!. No gané. Y a partir de ese instante, muchas preguntas surgieron en mi mente: ¿Quería ganar?, ¿qué significa ganar?, ¿qué se gana cuando no se gana?, ¿cómo sería el futuro habiendo ganado?, ¿Qué he ganado?

No encontré respuestas inmediatas, pero sí hallé certezas: Gratitud infinita por quienes me han acompañado en este proceso, la alegría compartida con mis amigos que fueron a la inauguración y premiación, la paciencia de mi familia y amigos que día a día ven mis obras crecer y con una palabra cariñosa me alientan a seguir, la compañía incondicional de mis compañeras y de mi profesora de pintura. Esa red me sostiene como un lienzo invisible.

Y aquí estoy, con el corazón latiendo fuerte, tratando de entender, de sentir, de leer mis emociones en este nuevo escenario, reconociendo que este “no ganar” también me regala algo: Experiencia, cariño, visibilidad, vulnerabilidad, seguridad y confianza. Lo que se gana cuando no se gana es también un aprendizaje. Descubrí la fuerza de mostrarme, la serenidad de aceptar, la confianza de sentir que este no es un punto final, sino un inicio, un punto de partida hacia más oportunidades, más pinturas, más escenarios donde compartir lo que hago.

Quizás, al final, lo importante no está en el resultado, sino en el paso que se da al atreverse, tomar lo que esta maravillosa experiencia me ha regalado y reconocer que cada vez que un artista se muestra, incluso cuando no gana, ya ha ganado.

“Porque en el arte así como en la vida, los verdaderos premios no se entregan en una ceremonia: se pintan en el corazón, paso a paso, trazo a trazo”.